NOEMÍ CALVO


























ASOMBRO

Asombro en tu pupila
que refleja las lilas
y el insecto que se posa
juguetón en tu dedo.
Asombro y una mirada
cómplice hacia mí
diciéndome: “mira”.
Asombro en las bocanadas
que se contraen entre tu sonrisa
como un niño inocente
privado de censuras.
Franca alegría y carcajadas
sin rencor ni dolor.
Arrugas en tus ojos
iluminados de sorpresa.
Privado de nombre,
de entendimiento,
de conocimientos
como niño,
solo sientes.
Y empiezan las preguntas
de poner nombre a las cosas
y los porqués.
Como niño antes de ser
domesticado,
ordenado,
atrapado.
Adoro la sonrisa franca
que brota de tu boca
y se me contagia.

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